Las características mencionadas en la nota pasada acerca del suelo cemento permiten su empleo en la construcción de viviendas, prácticamente sin limitaciones.
No obstante, se conseja seguir algunos principios derivados de su forma especial de trabajo. Plantas sencillas, paredes rectas, supresión de mochetas, estudio de la ubicación de las puertas y ventanas para aprovechar los tramos de pared al máximo, deben ser las normas del proyecto.
Debido al carácter monolítico de los muros, del correcto empleo de los encofrados depende en gran parte su economía. Cuando se usan encofrados de dimensiones reducidas conviene modular la planta para aprovechar la capacidad total de los moldes y ahorrar movimientos inútiles.
Al proyectar, no debe olvidarse la forma de ejecución, tratando de no forzar el sistema a la arquitectura. Sólo procediendo de esta manera se aprovecharán las ventajas del empleo de este material.
Para mayor información quedo de ustedes vía telefónica o electrónica.
Arq. Francisco Blancas.